Esto es un atormento que nos produce grandes dolores de cabeza, ¿me equivoco? Muchas rupturas, gritos y discusiones han llegado a convertirse en eso por una falta de comunicación eficaz. Pero ¿Por qué? Por que en esas ocasiones bárbaras no encontramos la manera de abarcar todos los dilemas que nos rondan, que nos acechan y que nos hacen pelear, cuando lo que queremos es poner de toda nuestra parte para solucionarlos. ¿Qué nos hace gritar más fuerte ante cada palabra que pasa si no buscamos eso? ¿Por qué? Amamos a nuestras esposas, las respetamos, ¿que es lo que esta mal? Lo que esta mal es que no lo llevamos de una manera inteligente.
La comunicación sirve para expresar lo que sentimos, pero en las ocasiones de discusión, a veces tenemos tanta urgencia por sacar eso que tenemos dentro, que dejamos de largo la forma adecuada en que debemos de hacerlo. Nos olvidamos de sus sentimientos y nos preocupamos más por los nuestros. Que lógico ¿no? Sin sacarlo a la luz, nos importa más lo que nos pueda pasar dentro, por eso cuando discutimos no paramos de hacerlo. No es tanto el problema en sí la causa real de las riñas, lo que pasa, es que nos dedicamos a defender a nuestra persona de una forma ofensiva contra la otra.
Así que ahí esta la clave para solucionar las riñas, la próxima vez que se vea venir la siguiente disputa, mantén la cabeza tranquila, ve a tu mujer, analízala, veras rápidamente en su rostro el verdadero problema. Entonces, de una manera calmada hablale de modo que sepa que la escuchas y que lo que más te importa en ese momnto es ayudarla.
Antes, ten en cuenta que para dar ese enorme paso se ocupa de un gran sacrificio de uno mismo. Un sacrificio de nuestras razones, de nuestros problemas, de nuestras penurias. Pero se también que la recompensa es inmensa. Las cosas cambiaran para ella por tu ayuda y después lo mismo pasara con tigo por su ayuda. Es ese cambio de uno de los dos el que hace falta siempre, es dificil, pero cuando uno lo hace, las ganancias para los dos son muy beneficiosas.
La comunicación sirve para expresar lo que sentimos, pero en las ocasiones de discusión, a veces tenemos tanta urgencia por sacar eso que tenemos dentro, que dejamos de largo la forma adecuada en que debemos de hacerlo. Nos olvidamos de sus sentimientos y nos preocupamos más por los nuestros. Que lógico ¿no? Sin sacarlo a la luz, nos importa más lo que nos pueda pasar dentro, por eso cuando discutimos no paramos de hacerlo. No es tanto el problema en sí la causa real de las riñas, lo que pasa, es que nos dedicamos a defender a nuestra persona de una forma ofensiva contra la otra.
Así que ahí esta la clave para solucionar las riñas, la próxima vez que se vea venir la siguiente disputa, mantén la cabeza tranquila, ve a tu mujer, analízala, veras rápidamente en su rostro el verdadero problema. Entonces, de una manera calmada hablale de modo que sepa que la escuchas y que lo que más te importa en ese momnto es ayudarla.
Antes, ten en cuenta que para dar ese enorme paso se ocupa de un gran sacrificio de uno mismo. Un sacrificio de nuestras razones, de nuestros problemas, de nuestras penurias. Pero se también que la recompensa es inmensa. Las cosas cambiaran para ella por tu ayuda y después lo mismo pasara con tigo por su ayuda. Es ese cambio de uno de los dos el que hace falta siempre, es dificil, pero cuando uno lo hace, las ganancias para los dos son muy beneficiosas.