13 de agosto de 2008

Adolecentes; incomprension, rebeldia y osquedad, como abrirse paso por esas barreras asustantes

Tirano, rebelde, peleonero, ¿cuando mi hijo se convirtió en esa bestia?. Es la etapa, te dijiste, pronto va a pasar, ¡o sorpresa!, la etapa no terminó, de echo no va a terminar si no hasta que madure, es decir, despues de los 19 cuando menos. No se que hacer con el, en cuando algo se le mete a la cabeza, lo hace aunque se lleve de encuentro mi autoridad. Esto no tiene nada que ver con lo que soñe de educar felizmente un hijo. De echo, las peleas van en aumento, el respeto hacia mi en decadencia. No lo comprendo, por que es asi. ¿Por que no entiende que no es que lo quiera estar molestando?, que lo que en realidad quiero, es guiarlo y dar lo mejor de mi para el. Estas son las respuestas.

Desde que son pequeños los niños, amprenden como actuar por lo que ven, como maquinas copiadoras de reacciones. Por lo que sus instintos se vuelven más salvajes, si desde chicos vieron en ti reacciones salvajes. Si gritabas rapidamente ante cualquier complicacion, si estallabas en discusiones en ves de calmarte y afrontar el problema tranquilo y con la cabeza fría, todo se agendaba en su cerebro, aunque no se dieran cuenta ni tu ni él.

Ahora asi trabaja la mente de un adolescente. Su ideas son tan infantiles que ni siquieras ellos las comprenden, el peligro aquí, es que su seguridad y fuerza es tan enorme que ante cualquier indicio de poder ser molestado, estalla desatornillando todas las salidas de escape. Lo que se tiene que hacer contra eso es cambiar el enfoque total de su vision de ti y del mundo. Los adolescentes estan encerrados, totalmente concentrados en sus objetivos, que pueden ser casi siempre la computadora en su cuarto, la plaza en la calle, la fiesta del sabado, su noviecita. Lo que debes hacer es irlo sacando de eso y acercandolo poco a poco a ti, esto requiere esfuerzo, trabajo continuo y mucha mucha paciencia, pero claro que se puede.

El primer paso es atraerlo a ti, no inentes hacerlo por la fuerza, por que eso significaría cambiar bruscamente la cunca de un río en tiempos de lluvia, deja que el lo haga por si solo. El lo hará y entonces comenzará el grandioso viaje de vuelta.

Tu tienes la autoridad de la casa en la que vive, pero lo mejor que hay que hacer en estoso casos, es vestir la autoridad con comprension. Prometele algo que lo haga disfrutar más de lo que hace, pero que aquello que le prometes tenga un precio. Para ese precio que vayas a fijar, toma en cuenta que pase tiempo con tigo, que le tome esfuerzo, que de un modo le atraiga a ti y lo más, que sin querer, le robe tiempo sus actividades.

Ejemplo: Sabes que tendra una fiesta el proximo sabado, ahora, sin que te diga, tu hablale y dile que le compraras una camisa nueva si el jueves te ayuda a labar los carros, o te ayuda con los trabajos de tu casa o a ayudarte en arreglar el auto viejo, alguna labor que sea trabajo de dos, esto le robará tiempo para salir ese día en la noche y se quedrá con tigo. Por supuesto que aceptará, pues con sus amigos puede salir otros días, pero por una camisa nueva para el sabado de fiesta, claro que le conviene.

Otro ejemplo: El chico no sale de la computadora en todo el día, hablale y dile,- hijo, quiero hablar de algo que te aseguro te interesa.- ¡A! este voltea como reflejo al oír la palabra te interesa, proponle-hijo, a ti te bedría bien una mejor pantalla-, o puedes decirle también, unas mejores bocinas, o un nuevo asiento, o cualquier otra cosa que sepas que le interese- ¿verdad?-, sus ojos se iluminarán. Dile que estas dispuesto a comprarselo, pero que para sacar ese dinero extra le gustaría que fuera a que te ayude al taller, o que te ayude a limipiar el aire lavado de la asotea, o a ir a recortar la hierba de algun terreno. 1000% seguro que aceptará. Igual que antes, trata de que sea a la hora en que el sale normalmente, esto le robará tiempo en lo suyo y se acercará a ti. El aceptará sin condiciones.

Esto sirve, pero claro que la intención no es estar comprando su convivencia, la verdadera intencion es la de abrir oportunidades para charlas padre a hijo, reir, bormear de anecdotas con él, hablarle de tu día y que el te hable del tuyo. Asi, con la buena comunicacion, que es la puerta de benvenida de la confianza, comenzará el gran regreso de vuelta de aquel hijo.Y eso, por supuesto, vale muchísimo más que unos cuantos billetes bien intencionados.

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